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viernes, 10 de enero de 2014

¿Quieres que comience siendo sincera? De acuerdo. Odio cuando me evitas la mirada de manera voluntaria, odio no te hayas dignado a hablar, odio cuando intentas actuar de otra manera conmigo delante del resto, odio que me mientas y tengas razón, odio que tu voz ya no suene del mismo modo cuando pronuncias mi nombre, odio el ya no tener que pensar en hacer algo para impresionarte, odio el no pasar mas tardes a tu lado aunque fuera por cualquier tontería, odio que ya no me des las buenas noches, pero aún odio mas que no pueda conseguir que salgas de mi cabeza un pequeño segundo.

 

miércoles, 8 de enero de 2014






















Ya he probado las prisas, el sexo exprés, y los amores precipitados, la abolición de los preliminares, los ombligos pasajeros, los te quiero a primera vista, los cuerpos fugaces, las bodas en las vegas, las cremalleras atropelladas, me enamoré de desconocidas y las desquise a contrarreloj.
Ya no quiero eso. Necesito encontrar un amor a fuego lento.

lunes, 6 de enero de 2014

- Bueno Peeta, dime, ¿hay una chica especial esperándote en casa?
+ No, no, que va.
- ¿No? ¡Eso no hay quien se lo crea! Mirad esta cara. Un chico guapo como tu. Peeta, dímelo.
+ Bueno... hay, hay una chica de la que siempre he estado enamorado.
- Oh...
+ Pero no creo que ella supiera de mi existencia hasta la cosecha.
- Bueno, ¿sabes qué Peeta? Sal ahí, gana los juegos y vuelve a casa, fijo que sale contigo, ¿verdad amigos?
+ Gracias, pero creo que ganar no me ayudaría.
- ¿Por qué no?
+ Porque ha venido conmigo.


sábado, 4 de enero de 2014


Estás como para hacerte café en las mañanas, caricias en las tardes y el amor por las noches.

jueves, 2 de enero de 2014

¿Acaso alguna vez hemos llegado a ser lo suficientemente fuertes para dejar nuestras verdaderas adicciones? Resulta muy fácil decir dejare de fumar, dejare de beber, dejare de ser tan estúpida, dejare de enamorarme tan fácilmente, demasiado sencillo. En realidad, nos encontramos adictos a cientos de cosas y no quiero fastidiar, pero nos resulta imposible dejar de hacerlas. Porque en el fondo llegará un momento en el que te encenderás un cigarrillo, te volverás a tomar una copa, volverás a decir tonterías y lo peor de todo, te volverás a enamorar de ese idiota. Puede que realmente las adicciones no sean algo malo, tal vez sean las verdaderas lecciones de que es lo que debemos hacer. A veces esperamos demasiado de otras personas, solo porque nosotros estaríamos dispuestos a hacer mucho mas por ellas.