domingo, 7 de abril de 2013
Somos la cumbre de lo vergonzoso, a la juventud de hoy en día nos importa poco lo que puedan decir de nosotros. Un día podemos aparecer con unos calzoncillos en la cabeza como grabarnos unos vídeos bailando delante de un espejo. Se trata de una vía de escape de todas las preocupaciones que rodean estas edades. El poder escapar de las preguntas que te realizan las personas adultas. El no tener que pensar continuamente en que nos puede deparar el futuro. Nos satisface de que se rían con nosotros. Lo mismo nos da meternos en una fuente y salir de ella empapados. Se trata de soltar todo el estrés acumulado, de dibujar sonrisas en las caras de los demás, de simplemente disfrutar del momento como sino hubiera mañana.
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