Tenemos tantas expectativas acerca de todo, que la mayoría de ellas acaban siendo una fracaso. Esperamos que la gente sea buena, cuando muchos en el fondo te harán daño. Esperamos que la vida nos favorezca en todo momento, pero a veces nos llevamos un revés de su parte. Creemos que un día las cosas van a salir genial, pero al final de día te planteas en que momento comentó todo a irse cuesta bajo. Piensas que justo ese día hará un sol esplendido, cuando en verdad al despertarte el cielo esta nublado y la calle inundada. Esto nos demuestra que a pesar de tantas cosas negativas que rodean nuestra vida, tantos baches que se interpondrán en nuestro camino, tantas personas que no esperarán de nosotros otra cosa que no sea nuestra rendición, tantos pensamientos negativos que tendremos de vez en cuando en nuestra mente, tenemos que aprender a sobreeponernos a ellos. Porque dicen que "después de la tormenta llega la calma".