Lo siento por no resarcirte los deseos y no ser tan horrible como me pintabas. Es una característica típica, juzgar antes de conocer a las personas, tu misma sabias que estabas mintiendo diciendo esas tonterías sobre mi y al final, seras la única perjudicada, al darte cuenta de como realmente soy. Nos satisface decir cosas sobre la gente cuando luego en realidad no son, ni de lejos, ciertas. Nos guiamos por el físico de la gente, pensando que los que tienen buen aspecto son en los que debemos depositar la confianza, equivocándonos muy de vez en cuando.  Puedes decir muchos defectos mios, no soy perfecta, pero en el fondo sabes que no tienen mera importancia. Te sentirás satisfecha por todo lo dicho, pero lo único que has hecho es ganar la desconfianza de las orejas que te han escuchado.