Siempre le he dado vueltas en mi inocente cabeza y tal vez, sea un suposición o sea realmente verdad. Puede que no crea en el destino, pero a lo mejor ha sido el que nos ha llevado hasta aquí. El que ha hecho que nos conozcamos, el perro y el gato. Tal vez no haya sido una coincidencia o puede que los astros se hayan alineado por ello. Así que, tengo decirte, muy a mi pesar que me alegro de haberte conocido. Pero siempre estará la misma pregunta incordiando a mi mente, ¿realmente merece la pena? Ya esta bien de tanto pensar en las consecuencias y en los finales. Nadie piensa en los principios y en las casualidades. ¿Qué ha sido de esos amores fugaces con una simple mirada? ¿Ya no existen los amores platónicos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario