Hablan de nuestra libertad, de tener un abanico de oportunidades, pero somos nosotros mismos los que nos limitamos siempre a dos opciones, blanco y negro. La mayor parte de las veces no nos esforzamos en lo que hacemos, hasta que algo tiene cierta importancia. Nos sentimos mas seguros pensando como la mayoría, que teniendo iniciativa y propuestas para hacer cosas nuevas. Nos dejamos llevar la corriente con el propósito de no llamar la atención. Otros solo quieren eso, que todo el mundo se la preste, pensando que son importantes, cuando en realidad buena parte piensan que son estúpidos. Mucho hablamos de libertad, pero no la tenemos en nuestra propia mente.