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viernes, 14 de diciembre de 2012


Esta es la historia verdadera e imposible de mi gran amor. Esperando que ella no lo lea y me reproche, me he reservado numerosos detalles. Su nombre, los datos sobre donde nació y creció y las cicatrices o lunares que podrían identificarla. De cualquier modo, no puedo evitar escribir esto para ella. Para decirle, que lamento cada palabra que escribí para cambiarte. Lamento muchas cosas. No te valore cuando estabas aquí. Y ahora que ya no estas, te veo en todas partes. Uno podría leer este libro y pensar que es magia, pero enamorarse es un acto de magia. Y escribir también lo es. Se dijo sobre El Guardián en el Centeno: ''El milagro poco común de la ficción ha sucedido de nuevo. Un ser humano fue creado a partir de tinta, papel y la imaginación.'' Yo no soy J.D. Salinger, pero fui testigo de un milagro poco común. Todo escritor puede atestiguar en el estado mas afortunado y feliz que las palabras no provienen de uno, sino que pasan a través de uno. Ella vino a mi integramente. Yo solo tuve la fortuna de estar aquí para recibirla. Gracias.

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