Puede que el reflejo del espejo se haya convertido en nuestro peor enemigo. Llega un momento que acabamos solo viendo nuestros defectos y no nos fijamos en el resto. No nos fijamos que debajo de tanto maquillaje tenemos unas tímidas pecas, que nunca hemos estado decepcionadas con nuestro cuerpo y ahora no es el momento ni mucho menos, que valemos mas que esas personas que no hacen mas que reprocharse a si mismas cosas que no son capaces de alcanzar, que estamos hartas de escuchar como la gente enumera sus tantos defectos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario