Jamás seremos los protagonistas de una de esas bonitas historias de
Hollywood, nunca representaremos una clásica escena del cine romántico,
no nos envolverá música suave cada vez que me beses y sólo nosotros nos
emocionaremos con cada caricia. Nadie más recordará las palabras que nos
dediquemos durante los momentos compartidos... ¿Y qué más da? No vamos a vivir una película de amor, vamos a compartir una historia que será sólo nuestra.
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