Nunca encontraremos el remedio contra las malas personas. Las más listas se esconderán en un grupo de buenas personas. De esta manera conseguirán camuflarse entre ellas y caerás en la trampa como el resto de humanos. Después de la tormenta te das cuenta del aprecio de la gente y la sinceridad de otros. A veces da pena ver la verdadera cara de las personas, da hasta miedo pensar que de verdad se comportan así contigo.
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