Si soy un Rey… ¿dónde está mi poder?
jueves, 16 de febrero de 2012
Con este alto propósito, ahora llamo a mi gente en sus hogares y mi gente a través de los mares quienes harán... nuestra causa... la suya propia... Les pido que se mantengan calmos, firmes y unidos en este tiempo de prueba. La tarea será dura. Habrá quizá días oscuros... por delante... y la guerra... puede ser que no se limite al campo de batalla. Pero sólo podemos hacer lo correcto, como vemos lo justo, y con respeto comprometer nuestra causa a Dios. Si todos y cada uno nos mantenemos... firmemente fieles a ello... listos para cualquier servicio o sacrificio que esto demande... entonces... con la ayuda de Dios… deberíamos.... prevalecer.
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