Buenos planes y la gente con la que te diviertes, ¿qué mas puede faltar? Elegir el vestido y los tacones con los que consigues parecer otra, ese vestido que tanto te costo encontrarlo y en cuanto te lo probaste no podías quitártelo y dejar de mirarte en el espejo. Esos tacones que no puedes dejar de admirar lo bonitos que son y como eres capaz de poder andar, saltar, correr y bailar con ellos. Ponerte la raya negra, hasta el final del párpado, con ese pequeño rabillo simulando a los antiguos egipcios, la cual hacen de tus ojos una parte de tu cara imposible de no mirar. Y lo mas importante de todo, ganas de comerte el mundo.
Abrió su armario, cogió su vestido favorito y salió de casa echa una princesa. Desde entonces no sé nada más de ella.
-Ah sí, ¡se está comiendo el mundo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario